sábado, agosto 26, 2006

El relato de la matina

El portero del edificio me cobró una cuota fija por dejar que mi risa se dejará de escuchar y así paso, deje de hablar y deje de reír por un rato o bueno digamos que mientras el estaba o cuando me esperaba detrás de la reja para entrar a mi casa, pero después me di cuenta que el no tenía la razón y me di cuenta mientras viajaba en un camión en un viaje ácido hacia el sur entre colinas y baches de la carretera que me llevaron a pensar mientras trataba de dormir aunque no pudiera, pues la música era alta y yo no esperaba más que la hora para llegar y posar mis pies en el destino que elegí en donde pensé que encontraría nuevas historias que escribir en mi libreta. Por fin llegué eran las 11 a.m. nadie me recibió esa mañana, nadie me conocía y pensé en la cuota fija en lo que el portero me decía y en el momento que me lo decía , ¿quién era el para decirlo? y ¿quién era yo para callarme? sería mejor el ignorarle , sería mejor no saber que estaba cuidando la entrada de mi casa y pasar por alto que no le gustaba mi risa e ignorar su mirada detrás de los lentes de sol perpetuos aunque fuera de noche … Ah que portero tan huraño! Ah que mi risa tan escandalosa …


De un muy buen amigo lejano…
Quote of the day: Never give up trying!
-Christoph Ries